Pues se nota más o menos dependiendo del entusiasmo con el que cuentes. Ten en cuenta que entusiasmo 5 y jugar normal puede equivaler a jugar relajado con entusiasmo 9-11, puede que aun así juegues mejor en normal y entusiasmo 5. Ahora bien, si juegas normal con un entusiasmo alto pudes hacer un partido muy bueno pero perderás el entusiasmo lentamente en lugar de mantenerlo arriba. Lo mejor es gestionar el entusiasmo con cuidado y tratar de jugar relajado siempre que se juegue en casa y las posibilidades de victoria sean altas. A domicilio contra equipos demasiado buenos es mejor jugar relajado también y dar por perdidido el partido. El entusiasmo se debe gastar cuando su uso implique la diferencia entre la victoria y la derrota. Esto es dificil de valorar y gestionarlo bien marca la diferencia entre una buena y una mala temporada.
Para saber como jugará tu rival, pues de su gasto de entusiasmo depende también tu victoria, analiza su calendario y sus partidos anteriores. Hay equipos que siempre juegan normal y otros que siempre juegan relajado. Por lo general puedes suponer que harán lo mismo contigo, pero contra esos que gestionan el entusiasmo con cuidado hay que analizar su calendario. Mira cuales son sus próximos partidos y en función del reto que supongan puedes más o menos prever si le interesa un gasto de entusiasmo o no. Si tienen un par de enfrentamientos difíciles tras el tuyo puede que quieran ahorrar entusiasmo jugando relajado y es posible que puedas sorprenderles. Si sus dos siguientes partidos son un paseo, tal vez juegue normal para amarrar la victoria y recuperar poco a poco el entusiasmo después. En fin, es ponerse en su lugar y ver qué harías tu tratando de ser objetivo.