EL SEÑOR DE LOS BBANILLOS
Año 16 de la Segunda Edad en Tierra Media – 2º episodio
Por ahora la caminata estaba siendo tranquila. Ya hacía varias semanas que los hoBBits habían abandonado sus cálidas y cómodas moradas para adentrarse en esta inesperada aventura. Su idea era llegar cuanto antes hasta la casa de Chuse García Carrión, el elfo, y allí entregarían el anillo a Zuya el gris y al heredero del trono del Consejo de los Hombres. Pero para eso tenían que pasar por el reino de los polacos. Los polacos son un pueblo cuyos guerreros montados a caballo, se habían hecho un nombre en la Tierra Media. Su rey B.B.King ansiaba ocupar el liderazgo en el Consejo de los Hombres, teniendo en cuenta que la próxima reunión tendría lugar en su reino. Pero para ello tenía que encontrar “el Anillo del Mundial”. Había mandado a sus mejores hombres en busca de información de dicho anillo, pero todo todos habían vuelto con las manos vacías. Sin el anillo y, lo peor, sin ninguna pista de donde podía estar su paradero.
Ya llevaban, Nuno y sus acompañantes, un par de jornadas caminando por el reino de los polacos, sin, por el momento, ningún encuentro desagradable. Zuya, el mago, les había dado una serie de consejos, entre otros, que se alejaran lo más posible de los caminos transitados y que intentaran pasar lo más desapercibidos posible. También les había dicho que por el camino se irían encontrando a nuevos compañeros de viaje que se darían a conocer enseñándoles una Ñ, pero por ahora de esos nuevos compañeros, nada de nada. Sin embargo esa misma tarde tendrían un encuentro inesperado.
Mientras los hoBBits atravesaban un bosque, se encontraron de repente con un grupo de soldados polacos montados a caballo, que en un abrir y cerrar de ojos los rodearon. “Que hace un grupo de medianos atravesando el bosque privado de nuestro rey, seguro que son cazadores furtivos. Registrarlos.”, mandó el hombre que lideraba a los soldados. Al oír de lo registrarlos, a todos se les pusieron los pelos de punta. ¿y qué pasaba si les descubrían el Anillo o simplemente si les daba por requisarlo como botín del saqueo o lo perdían para siempre? No podían permitirlo. Pero claro, ¿qué podían hacer cuatro pequeños hoBBits desarmados contra una docena de aguerridos y valientes soldados. A Nuno se le ocurrió una idea, no podía darle el Anillo sin ofrecer resistencia por lo que cuando se acercase un soldado le empujaría y le quitaría su espada, luego sus compañeros harían lo mismo y ..., pero afortunadamente para todos antes de que acabase su estúpida idea un par de flechas surcaron el cielo y un par de soldados polacos cayeron derribados. En ese desconcierto inicial otras dos flechas derribaron a otros dos soldados. “Es una emboscada. Retirada”, gritó el capitán de los polacos. Y el resto de soldados consiguió escabullirse entre el frondoso bosque en el que se encontraban.
Todo había sucedido tan rápido que ni los propios hoBBits habían sido muy conscientes de los sucedido, pero de pronto escucharon unas voces que venían de entre unos matorrales. “Tenéis que tener más cuidado hoBBits, la próxima vez igual no tenemos tanta suerte”. Dos elfos salieron de entre los matorrales ensañando un medallón que tenía dibujada una gran Ñ. Por fin aparecieron los primeros compañeros de viaje. “Hola, mi compañero es Orozco León y yo soy Montolió, auqne me podeis llamar Monty. Somos elfos de los bosques del Norte y Zuya el gris nos ha mandado para que os acompañemos en vuestra misión. Os alcanzamos hace tres días pero preferimos mantenermos a cierta distancia por si caíais en alguna trampa. Lo mejor es que volvamos sobre nuestros pasos. Avanzar sería muy peligroso ya que los polacos no solo van a buscar a unos medianos cazadores furtivos, sino que ahora buscaran a unos medianos espías y eso es mucho más peligroso.”
Un sentimiento, unos colores, una pasión: CHORIMA BASKET