En algún hilo de este foro me ha parecido leer a algún jugador que sugería que, tal vez, la mejor forma de progresar en el juego no sea tanto entrenar adecuadamente a nuestros jugadores "entrenables" como acudir, directamente, al mercado de fichajes para obtener una mejora directa con la compra-venta de los jugadores adecuados.
Desde luego, con la inversión inicial de los primeros 300.000 euros es posible mejorar considerablemente una plantilla e, incluso, hacerse con tres o cuatro jugadores de 18 o 19 años que se puedan entrenar para, al cabo de tres o cuatro temporadas, obtener unos beneficios suficientes con su venta que poder invertir en fichajes de más solvencia. Desde luego, la progresión que se obtiene en la plantilla sabiendo fichar adecuadamente es mucho más rápida que si confiamos la estrategia exclusivamente a la lenta mejora de jugadores a través del entrenamiento. De hecho, dudo mucho que haya equipos que, tras tres o cuatro temporadas, conserven a algún jugador del inicio. Acudir al mercado de fichajes es demasiado "adictivo" para renunciar a él en favor de dedicar más tiempo al entrenamiento.
Probablemente la cosa cambiaría bastante si el entrenamiento pudiera acelerarse, de algún modo, mediante la contratación de ayudantes o entrenadores auxiliares para determinadas características que, hoy por hoy, se ofrecen como excluyentes de todas las demás, como, por ejemplo: la resistencia y los tiros libres, por no hablar de la forma física. De ese modo, buena parte del presupuesto podria invertirse en esa contratación de ayudantes y no sería tan necesario acudir al mercado para mejorar más rápido.
Por ejemplo, la rapidez en la progresión, el número de jugadores entrenables y el número de posiciones a entrenar podría ir en razón directa al número de entrenadores . Así: un equipo que dispusiera, por ejemplo, de un entrenador físico, uno de defensa y otro de tiro podría entrenar a un máximo de dos jugadores en cada una de esas características, y así, sucesivamente, cada nuevo entrenador contratado podría entrenar a un máximo de dos jugadores, que progresarían más rápidamente en función de que el entrenamiento fuera uniposicional o biposicional y del nivel del preparador, naturalmente.
Pero es sólo una idea, una alternativa para restar importancia al mercado sobre el entrenamiento.
Yo he optado, finalmente, por obtener una base consistente de 7 u 8 jugadores jóvenes (entre 18 y 22 años) a los que ir entrenando y mejorando, y otros 3 o 4 con los que poder "especular" o cambiar, según las ofertas del mercado, que siempre las hay. Naturalmente, ese sistema no me permite expectativas a corto plazo, pero confío en ir ascendiendo cada tres o cuatro temporadas, con cierta solidez.
Es un plan de trabajo inicial.