Tokio, 13 de julio del 2013
Querido Andrés Montes:
Hace unas semanas un usuario de este juego, Subidito, recuperó un viejo post en el que, entre otras grandes colaboraciones de varios managers, un servidor tenía la osadía de escribir en tu nombre unas introducciones a una especie de boletín-revista que intentamos crear. Estaba seguro que allá, en el paraiso de los amantes del basket donde te encuentras, al leerlos habrás esbozado esa eterna sonrisa que te caracteriza y te habrás reido con alguno de los motes que habíamos ideado para los jugadores de la selección, sin duda alguna lejanos a esa creatividad que es parte de tu ideosincrasia narradora. Así que pensando como podía plantear las previas de este Mundial, no se me ocurrió mejor idea que comentarte nuestras andanzas popr tierras japonesas, país por cierto que recuerdas muy bien por aquel Mundial que ganaron los Navarro, Gasol y compañía allá por el año 2006. Y es que un amante del baloncesto como tú estoy seguro que disfrutará un montón tambíen con las andazas virtuales de nuestros jugadores. Así que aquí empiezo mi diario de este Mundial.
Como bien sabes mi trabajo me impidió llegar antes y no aterricé en Japón hasta hace un par de semanas, justo para ver el último partido de la repesca contra Canadá. Todo a una carta, tras haber superado a Ghana y Singapur, llegamos a cara de perro a un partido en el que el ganador se quedaba a jugar el Mundial y el perdedor se iba para casa. Y la verdad es que vaya si se sufrió, pero al final, por una apretada diferencia de tan sólo 3 puntos, nos llevamos el partido y la consiguiente clasificación para la gran cita de BB.
Y para empezar la semana pasada Chile. Rival duro, que venía de ganar el torneo americano y que busca recuperar su sitio tras un par de temporadas algo erráticas. El partido se enfocaba con ilusión y cierto nerviosismo, como todos los primeros partidos de las competiciones, ya que el resultado marca en cierta manera el desarrollo posterior de la competición. Pero esa ilusión se convirtió en preocupación con el paso de los días. Primero porque las formas de dos jugadores importantes como Bartoló y Armida se fueron al traste debido a sendas ventas producidas el fin de semana anterior al partido y para colmo otra de nuestros jugadores importantes, esta vez exterior, Masip, se caía por culpa de una lesión. Al final llegabamos con lo puesto y una táctica muy arriesgada en busca de alguna sorpresa que al final, como era de esperar, no se produjo. Dolorosa derrota pero aún queda Mundial y hay tiempo para ir encauzando esta situación.
Y esta semana Ucrania, para mi una de las sensaciones del pasado Europeo, y que está llamada a hacer cosas interesantes en las próximas temporadas de BB. Sin embargo su primera clasificación, hecho histórico en la trayectoria de los ucranianos en BB, para un Mundial se quedó empañada por una inesperada derrota frente a Australia, lo que convierte el partido del lunes en una espada de Democles para ambas selecciónes ya que la selección que pierda habrá dado un paso atrás muy importante en la lucha por hacer algo importante en el Mundial (recuerda que pasan a la segunda fase los cuatro mejores de cada grupo y se arrastran los resultados entre ellos).
Va a ser el cuarto partido entre ambas selecciones. Los tres anteriores se saldaron con una victoria ucraniana en nuestro primer partido, allá por la temporada 17, en el debut de aquel Europeo, y dos victorias nuestras, la primera y más importantes en la final del Torneo de Consolación de la temporada 20 y ganando a domicilio y la segunda la temporada siguiente en la segunda fase del Europeo que jugamos en nuestro país.
La semana que viene te comentaré que tal nos fueron las cosas y algunas curiosidades y anecdotas de mi estancia en la tierra del sol naciente.
Un saludo en nombre de la familia de BB
Litur.
Un sentimiento, unos colores, una pasión: CHORIMA BASKET