Un nokia ladrillo, 30 euros. Un condón que brilla en la oscuridad y que te hace sentir un caballero jedi, 4 euros. Un póster de subi en tenga de leopardo, 15 euros. Tumbarse en la cama mientras la muy cabrona da vueltas y ponerse a mirar cuellos de tu plantilla, no tiene precio. Para todo lo demás, Rabadense.