Yo, en mi línea.
Por enésima vez, partido controlado (en este caso ganaba de 20 a mediados del tercer cuarto), en el que con un giro del destino de esos que ignora lógicas y estadísticas, acaba llegando a un final apretado, en el que por supuesto, como no podía ser de otra manera, acabo perdiendo.
Y van no se cuantas ya que pierdo en el último minuto o después de prórrogas, sea superior o no en calis, juegue donde juegue y con la actitud que juegue.
En fin, a segunda que me voy. Lo tengo asumidito.