Para que no parezca que sea la crítica por la crítica, ahí van una serie de alternativas para paliar este ramalazo de compasión (manda huevos) que le da al motor cuando estamos ganando por más de 20 puntos al finalizar el tercer cuarto.
- prohibir los partidos amistosos entre dos equipos demasiado distantes en calidad de jugadores. Se podría catalogar (si no lo está ya) a los equipos en una especie de ranquing general e incluir una orden en la que un equipo clasificado en una posición determinada solo puede jugar amistosos contra los equipos clasificados entre tal y cual posición. En los partidos de liga, que sea lo que dios quiera, en teoría no existe demasiada diferencia entre equipos de un mismo grupo.
- si esta solución no es viable, se podría "rebajar" la intensidad (o la calidad) en un determinado porcentaje del equipo que va ganando de paliza. Este porcentaje NUNCA debería acarrear que finalmente se pudiera perder el partido, es decir, que debido a esta rebaja de intensidad el equipo contrario pudiera remontar les 20 puntos de diferencia.
Un saludo!
Primum vivere, deinde philosophare...