Qué mal me vienen estos debates en época de exámenes... xD Dejé de contestar en este tema por eso pero he vuelto a caer en el error :p
Antes he dicho
muchas veces pueden ser hechos EN CONTRA DIRECTAMENTE DE UN TERCERO.
Al decir muchas veces, he querido evitar decir siempre. Por cierto, espero que se entienda que el uso de mayúsculas era para destacar las ideas, no era una forma de alzar la voz. Ahora releyéndolo me parece que puede malinterpretarse.
Sigo. Cuando decía muchas veces es porque en ocasiones esos pactos se hacen simplemente para acumular entusiasmo. Pero todos somos consicentes de que otras veces se hacen para acumular entusiasmo para ser gastado en un partido concreto. Ya sea contra tu bestia negra, un partido televisado o un cruce de playoffs. En ese caso, estos pactos se hacen no sólo para favorecer a los que pactan, sino también para poder vencer a equipos concretos. Vamos, que siempre influyen en terceros equipos, pero en ocasiones hay una clara intencionalidad de a qué equipo se quiere vencer gracias a los beneficios del pacto.
El problema de los pactos es que es algo que hacen
dos equipos y no uno. Y yo no tengo por qué depender de lo que
dos equipos pacten. Yo compito contra rivales individuales en el campo y contra toda una comunidad de equipos individuales en el mercado. Pero que haya dos equipos compinchados en el mercado o en sus partidos, me parece competencia desleal.
Y por eso esto tiene que ver con una distinta moralidad. El tema de los fichajes es un tema aceptado por toda la comunidad, no lo era, sin embargo, el day-trading. A pesar de que era legal, había distintas sensibilidades sobre si eso era justo con respecto a los jugadores que no tenían tiempo de conectarse, y por eso se decidió restringirlo. Lo mismo pasa con el tema de los pactos. Como se ha visto a lo largo de este hilo, hay varios jugadores que no estamos de acuerdo con los pactos y no los vamos a realizar. No es una cuestión de si tenemos capacidad de realizarlos o no, sino de si los consideramos justos o no. Por eso nuestra moralidad y no nuestra capacidad es la que nos sitúa en condiciones dispares y, por eso, algunos pretenden que haya desventajas para los que pactan.