"No ha sido fácil aceptar este encargo. No ha sido fácil escogeros entre tantos y tan buenos candidatos que había. Pero sinceramente, creo, creemos", dijo mirando a sus ayudantes,"que hemos escogido a los mejores. Hoy habéis demostrado que lo que sois capaces. Estoy orgulloso de vosotros. Todo el reino está orgulloso de vosotros. Pero aún no hemos conseguido nada. Nos queda un largo camino por recorrer, un largo camino repleto de obstaculos que tendremos que ir superando paso a paso. Y al final del camino está la victoria, está la fama que nos corresponde, que nos pertenece. Nadie nos impedirá llegar hasta ella, porque somos los "leones invencibles", somos aquellos a los que todos los enemigos temen al verlos en el campo de batalla. Nuestro oficio es pelear y nuestra obligación ganar. Compañeros", dijo cogiendo una copa en la mano, "LA VICTORIA SERÁ NUESTRA".
No muy lejos de allí, protegidos por la oscuridad de la noche, dos sombras se reunían lejos de cualquier mirada. Tras un breve y apenas imperceptible saludo una de las sombras depositó en la mano de la otra un bolsa.
"Este es el dinero acordado. Ahora cumple tu cometido. Recuerda los españoles no pueden ganar, repito, no pueden ganar. Y mi amo te recuerda que si el general Proiencus sufriera, digamos, un accidente, tendrías una cuantiosa bonificación".
La otra sombra hizo un leve gesto de afirmación y sin más dilación desapareció.
Continuará...
Un sentimiento, unos colores, una pasión: CHORIMA BASKET