Me parece algo forzado eso. De un jugador que mete 5-13 en tiros no taponados y recibe un tapón no puede desprenderse ninguna lógica que diga que ese tiro taponado fuese a entrar o no. Sin embargo, de un tío que anote 10-11 en tiros no taponados y recibe 4 tapones, es más fácil suponer que la mayoría de ellos iban a entrar porque le estaban entrando el 91% de sus tiros.
Ahora bien... ¿De ahí puede suponerse que todos los tapones en cualquier partido fuesen tiros que iban a entrar? Pues no, obviamente. Y podríamos discutir sobre el sexo de los ángeles ad eternum sin llegar a ninguna conclusión.
Lo que está claro es que en ese caso, es muy probable que mediante sus tapones parase 6 u 8 puntos. Y, en el caso de que no todos los tiros taponados entrasen, cuando haces 9 tapones en un partido y, teniendo en cuenta que la media de acierto en este juego ronda el 33%, eso querría decir que estarías evitando unos tres tiros que entran seguro; es decir, de 6 a 9 puntos. Diferencia que bien puede valer un partido.
¿Eso quiere decir que es mejor un respetable/respetable que un excelente/pésimo? Pues tampoco lo sé.
Yo lo que quería vindicar es que no hay que desestimar tanto el tema de los tapones porque todos hemos ganado algún partido ajustado gracias a ellos.
En cuanto al tema que otro forero exponía de que tras un tapón siempre hay un rebote defensivo, tengo que decir que no es cierto. Y eso a pesar de que yo también lo he pensado, pero en una ocasión vi que tras hacer un tapón a un rival, ellos cogían un rebote ofensivo. Es decir, que no siempre se garantiza que un tapón sea un balón recuperado, aunque la mayoría de las veces así sea.