Montes lleva siendo un auténtico "zapato" mucho tiempo. Yo creo que sólo lo soportaba cuando hacía pareja con Segurola, y era porque por entonces Canal+ había recuperado la NBA para el público (el público abonado, se entiende) y su estilo, sin el desgaste de los años, podía resultar atractivo para una audiencia no tan entendida como acabó siéndolo con el asentamiento de la Liga americana en nuestro país y la llegada de Internet. El problema que tenía Montes no era su falta de conocimientos baloncestísticos (a su manera, sabe bastante: tiene mil anécdotas de sus tiempos de reportero y ha pasado muchos años narrando partidos), sino su enquistamiento tanto en las coletillas como en los argumentos para alabar o denostar a sus filias y fobias, respectivamente. Yo llegué a odiar a Shaq, literalmente. Y contribuyó decisivamente a que le cogiese simpatía a Larry Brown, por ejemplo.