Llegó la hora de la verdad. Esta final es el partido en el que tenemos que romper con el pasado. Tenemos que olvidar las dos derrotas de las dos finales de los mundiales anteriores frente a Italia, tenemos que olvidar las tres derrotas consecutivas frente a los alemanes. Esta generación de jugadores está llamada para la gloria. Mañana un color tiene que dominar la cancha, y ese color tiene que ser el rojo. La furia española tiene que llevarnos hasta lo más alto. Ya lo hicimos una vez. Ya ganamos una final. Tenemos que recuperar ese espíritu de invencibles y de leyenda con el que el 15 de agosto del 2008, en Croacia, conquistamos nuestro primer título, en un partido inolvidable. Y yo estoy convencido que mañana va a ser otro gran día. La hora es mala pero los que podamos tenemos que intentar hacer que el foro eche humo. Si derrotamos a los italianos, ¿no vamos a poder con los alemanes?, ¿vamos a tener miedo de Motte y la cantidad de bestias que tienen los alemanes, sobre todo a nivel sueldo? Lancemos nuestro grito de guerra: TODOS CON LA Ñ.
Un sentimiento, unos colores, una pasión: CHORIMA BASKET