Yo ya lo dije hace unos días, cada victoria va a costar sangre, sudor y lágrimas. Yo pensé que el partido de ayer lo tenía perdido de antemano, pero ahora pienso que si hubiera contado con algún jugador más, a lo mejor lo habría ganado, pero bueno, es el cuento de la lechera.
Ahora a pensar, un poquito, en la Copa, que ojalá que pasemos todos.