¡Sorpresa hasta para mí!
Ya de entrada nunca creí entrar en PO, y solo contaba con luchar por no hacer promo de descenso, y me planté en las semis de carambola.
Y menos aún esperaba poder ganar al primero, en su casa, y con el espíritu tan tocado como lo tenía.
Y al final ha salido un partido igualadísimo y lleno de emoción, propiciado sin duda porque el líder se confió al jugar en casa contra un equipo en horas bajas como el mío...
¡Menudo alegrón me he llevao cuando he visto el último nimuto y el resultado final!
Vamos, no me creo aún estar en la final, después de la temporadita tan irregular y carente de suerte que he llevado... Pero parece que toda la mala suerte de la Liga, se ha revertido en estos cuatro o cinco días...
Yo ya me doy con un canto en los dientes por estar donde estoy, teniendo en cuenta que me veía hace siete días luchando por eludir el descenso.