Arrancábamos jugando contra Egipto, el rival más débil del grupo. Me vi tentado a salir pic para guardar entusiasmo, pero previendo la importancia que iban a tener los puntos en la definición, decidí salir normal para buscar una buena ventaja. Lamentablemente Egipto salió tirando mots de arramque, y solamente pudimos ganar por 12 puntos
(60543), algo que comenzaba a complicar las chances.
Para colmo el partido de Bélgica y Australia no fue tan parejo como preveía, y Bélgica (a pesar de errar feo en la predicción defensiva) terminó ganando por 24
(60544).
Luego de la primera fecha, estábamos obligados a terminar 3-0 o de lo contrario la diferencia de puntos no nos iba a dar para un desempate en un hipotético 2-1. Encaramos el segundo partido como un matar o morir.
No solamente que Bélgica era mejor que nosotros (más de lo que pensaba, me sorprendió la comodidad con la que le ganó a Australia) sino que además nuestras formas la semana pasada eran bastante malas (algo lógico por ser la segunda semana de la temporada, sumado a que deben ser pocos los managers que contratan psicólogos en estas primeras semanas). Ellos también tuvieron el infortunio de dos lesiones, uno de ellos un titular habitual.
Me vi casi que obligado a tirar el mots, sino creo que no teníamos ni chances. Se dio un partido donde por buena lectura y mucho de suerte, nos llevamos un partidazo que nos daba una semana más de ilusión. Fue quizás la victoria más importante de este ciclo de 8 temporadas que estoy cerrando al frente de la selección.
La ilusión era grande, estábamos a un partido de poder clasificar a nuestro cuarto mundial, después de muchas temporadas. Sabía que era complicado porque íbamos a llegar con entusiasmo en 3, mientras que Australia había salido pic contra Egipto. Las chances de Australia eran NULAS, tenía que ganarnos a nosotros por 50 puntos (no se en qué mundo paralelo el tipo pensaba que estaban a 50 puntos nuestros) y esperar que, como era más que previsible, Bélgica no le ganara por mucha diferencia a Egipto. El margen de la derrota contra Bélgica habían condenado las chances de Australia en la primera fecha, más allá de nuestra victoria contra Bélgica que le abría posibilidades "matemáticas".
Me vi tentado a escribirle al manager de Australia, práctica muy habitual pero en la que, por principios de competencia, estoy totalmente en contra. El dt de Bélgica, bastante desesperado después del partido que perdió contra nosotros, le mojó la oreja en el foro pidiendo que compitiera hasta el final, incluso sin tener chances; literalmente le pidió una mano, y no dudo de que le haya mandado un mail para pedirle que saliera con todo contra nosotros, yo solo lo supongo, estos gringos sabrán si tienen el culo limpio.
Recibí un baldazo de agua fría al ver la actualización de formas esta semana. Quizás mi error fue no pedir en el foro, o enviar mail a los managers, para que cuidaran los minutos y en lo posible contraten un psicólogo y/o entrenaran forma. Asumo que todos los que tienen jugadores en la selección quieren que jueguen y buscan el éxito de la selección, me consta de los sacrificios competitivos que muchos hacen para entrenar uruguayos con potencial, por eso tampoco le caigo a nadie (más allá de que un momento de calentura, como fue el lunes de tarde, me vi tentado a descargar la tristeza/decepción, por suerte recapacité sino me iban a putear en chino, y con razón jajaj)
Lamentablemente el mono australiano tiro un mots totalmente al pedo (que compromete sus chances en el consolación) y perdimos peleando, inclusive llegamos a sacar una leve ventaja en el arranque del último cuarto [match=match]
Estuvimos muuuy cerca, es lo que más duele, el planteo estuvo lejos de ser perfecto, pero nos condenó no poder contar con todo nuestro potencial interno.
En un próximo post haré el balance del ciclo, no quiero aburrirlos más.
Gracias a todos los managers que de una u otra manera han apoyado este proceso.
Saludos
Last edited by canario1616 at 7/22/2021 1:08:41 PM