El suspenso llegó a su final. Se vaticinó un debut auspicioso, y fue justamente ese sabor el que dejó el duelo de esta tarde. En ocasiones las derrotas suelen filtrar rumores de flacidez operativa, ciertas debilidades en el esquema táctico. En este caso el equipo evidenció una grieta y por ahí se escurrió la victoria. No disponíamos de un alero capaz. Teníamos un buen referente en cada posición, excepto la más versátil y funcional de todas. Nuestro alero no solo falló de cara al aro, sino que cometió más faltas de las permitidas y se marchó a las duchas cuando más urgente era completar la mano.
Es cierto que los Devils nos jugaron con más entusiasmo, como también es cierto que su ala-pívot fue, en el 50% del partido, un reserva que no es admisible en duelos de este calibre. Inka, por su planteamiento en cuanto a entusiasmo, buscó el triunfo; sin embargo, su formación no deja entrever mucha codicia. Mejor pieza que Abuín hubiese sido Picó, al menos eso creo. No obstante, Abuín arrancó y, pese a su temprana rotación por faltas, los Devils consiguieron tumbar al local. Por fortuna los Devils no fueron seleccionados como nuestros rivales de liga, pues de ser así no habríamos guardado espíritu.
Perdimos, sí. Pero no escuece. Ya había señalado, en mis previsiones generales, que los Devils tenían plantel para mantenerse en la cima. Pese a la lesión en amistoso (el azar de las lesiones me llevó a descartar el amistoso de la pre-temporada), pudo configurar su quinteto y salir airoso en el debut. ¿Cómo afrontará el segundo choque de la jornada?
No queríamos empezar con una derrota. Pero sucedió. No es motivo para que se venga abajo el entusiasmo, todo lo contrario, nos alienta a pulir las formaciones y perseguir hasta la más insospechada victoria. ¡Buen triunfo, Inka! La próxima vez, en tu pabellón, alinea lo mejor o te daré una tunda ...