Otro que pasa por aquí a despedirse. Parece que ha sido hace un par de años cuando empezó este proyecto, un proyecto hecho a conciencia y con un sólo objetivo, exprimir al máximo el potencial que teníamos.
Y es que empezamos a prepararnos meses antes de las elecciones, y prácticamente hemos "dirigido" dos mundiales. Ni os imagináis las horas de análisis de trabajo y trabajo que hay detrás de todo esto, o yo desde luego no me las imaginaba. Horas y horas de planificación de partidos, incluso antes de saber si íbamos a ocupar éste puesto o no.
Una base de datos de unas 80 selecciones, unos 750 jugadores de otras selecciones, seguimientos de todos los rivales, formas, tácticas... creo que hemos mirado todo lo que se podía mirar, y aún así queríamos mirar más. Os garantizo que aunque nos hubiesen echado a la calle a las primeras de cambio en el europeo, el trabajo sería simplemente insuperable (se nota que no creo en la falsa modestia, ¿no?). Y todo este trabajo previo nos ha dado muchas alegrías, y nos ha permitido plantear los partidos de la mejor manera posible.
Inolvidables las elecciones, para mí uno de los momentos más dulces. Y es que me relamo viendo las respuestas pomposas (en general, sin ofender ni personalizar), y no he podido evitar soltar alguna de las mías tampoco. Y con un cabeza de cartel como el gran Big Boss, poco había que temer. Repartiendo tareas en nuestras multiconversaciones, consensuando respuestas y trabajando en equipo, la mayoría de las veces entre biberones y pañales, todo muy familiar. Una mención con cariño para Mel, el yogurín del proyecto estaba que no cagaba (si se me permite), entre nervios y ansias casi le da algo.
Y después de las elecciones, trabajo, trabajo y más trabajo... y qué bien sabe al final. Sabe bien por ganar, sabe bien por vencer a la todopoderosa Italia, sabe bien por haberlo hecho en su propio coliseo, sabe bien por lo merecido y por lo trabajado, sabe bien por los lives, y sabe bien por sabernos inferiores, aunque probablemente dicho ahora después de todo este tiempo nadie se lo crea.
Y en el mundial ha tocado vivir momentos más amargos. Nos hemos quedado basante cojos con bajas vitales, tocados por lesiones inoportunas y otros casos que ya conocemos todos, y aún así, hemos tirado con todo lo que teníamos y nos hemos quedado fuera por poquísimo. Está claro que ganar el mundial era una quimera, un sueño imposible viendo el nivel de Polonia, pero no por ello hemos desistido. Las cosas no salieron bien contra Italia, las cosas tampoco salieron bien contra Chile (especialmente dolorosa esta última, ganando de casi 30 puntos a falta de poco más de un cuarto, y acabar perdiendo en la segunda prórroga tras un rebote ofensivo en el último segundo), y la puntilla de Australia que sin jugarse nada nos mandó para casa. Así son las cosas, y así se las habrá contado el señor Prats. Estoy seguro que con Villapa o Zuya en alguno de esos partidos el resultado habría sido positivo, en cualquier caso no merece la pena pararse a pensar en lo que pudo haber sido.